GREEN solicita un área temática dedicada a las ballenas en Perlora La ensenada de Entrellusa albergó uno de los puertos balleneros más antiguos del mundo (2001) Comunicado Asociación GREEN. |
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Y DIVERSIFICAR LOS USOS DE LA "CIUDAD RESIDENCIAL DE PERLORA" La obra fundamental consistiría en la recreación de una factoría ballenera medieval, con sus instalaciones y utensilios. Con la finalidad de mostrar la cultura de la mar y el mundo de los cetáceos, con la intención última de concienciar que el exterminio de los recursos ecológicos también supone el fin de las sociedades humanas. Tal y como ocurrió en el Cantábrico a comienzo del siglo XVII, ya que el exterminio de las ballenas supuso el final de una rica cultura marinera. UNA COSTA DE HISTORIA Y NATURALEZA La declaración de Monumento Natural para el Tranqueru, la conclusión de la senda peatonal costera, el cinturón ambiental de Xivares, la restauración de la ría de Perán y la restauración de la costa de Rebolleres, son los otros proyectos que quedan pendientes en la costa de Carreño. Con ellos se potenciaría al máximo un patrimonio histórico y natural de enorme valor. 1232 UN CONTRATO ENTRE MONJES Y MARINEROS AVILESINOS La referencia más antigua que se conserva sobre la caza de ballenas es de un documento de 1200, donde el pueblo de Mutriku (País Vasco) debían entregar la primera ballena cazada a la Orden de Santiago. Treinta y dos años más tarde se firma el contrato entre los avilesinos Fernán del Monte y Juan Berenguer por un lado y por otro el Abad de Santa María de Arbás, propietario del puerto y sus instalaciones. El contrato estipulaba una cantidad de 20 maravedís por cada ballena cazada y si la ballena no valiese dicha cantidad se diese un tercio de la misma. UNA ACTIVIDAD PELIGROSA Y COMPLEJA Existen detalles en el contrato asturiano que delatan que la caza y comercialización de ballenas en el cantábrico era una actividad compleja y que cuando menos se desarrollaba desde tiempo antes. El primero es que se trata de un contrato complejo detallado y preciso. Por lo que aunque es el más antiguo que se conserva, es de suponer que no fuera el primero. Otro detalle curioso son los apellidos de los arrendatarios. El apellido Berenguer aunque muy antiguo y originario del sur de Francia se había instalado en aquella época en Cataluña, y desde luego no era un apellido común en Asturies. Avilés era en esa época el centro comercial más importante de la costa asturiana y la caza de ballenas requería una red comercial muy importante. Por lo que podemos aventurar que la empresa llevada por Fernán del Monte y Juan Berenguer era producto de un acuerdo entre un patrón y un comerciante. Por último destacar que se arrienda un puerto ya preparado para esta actividad, lo cual significa rampas para subir las barcas y ballenas, zonas adecuadas para el despiece, hornos, almacenes, casas para los marineros, etc. En la Edad Media la caza de ballenas era una actividad de tecnología punta. Requería naves preparadas, un gran número de instrumental de metal perfectamente adecuado, y sobre todo una buena red de comercialización de los numerosos productos de la ballena. De las ballenas jóvenes se obtenía carne y de las viejas fundamentalmente grasa.Y en general el procedimiento siempre era el mismo, se desollaba, después se troceaba, se licuaba la grasa y por último, se limpiaba el aceite. UNA REALIDAD HISTÓRICA POCO APROVECHADA Sólo algunas tribus y pueblos del Pacífico Norte, los noruegos y los pueblos cantábricos desarrollaron la actividad de la caza de ballenas. Desde hace algo más de un siglo y como parte del historicismo nacionalista vasco, existe un afán propagandístico que coloca a los vascos como protagonistas históricos de esta actividad. La realidad es que el aprovechamiento de la ballena es mucho más antiguo y era practicado por todos los pueblos del Cantábrico. La caza y aprovechamiento de ballenas moribundas y las varadas era realizada en épocas prerromanas como demuestran algunos huesos encontrados en castros astures. La caza de ejemplares sanos era una actividad mucho más compleja, y su inicio hay que buscarlo en la revitalización económica europea que se inició a mediados del siglo XII. El exterminio de las ballenas en el Cantábrico, debido más que nada a la caza de las grandes hembras que eran las que mantenían y transmitían los conocimientos dentro de los clanes, obligó a los marineros del Cantábrico a buscarlas en otras aguas. Así está documentado que los vascos trasmitieron los conocimientos de esta actividad a los holandeses. Y existen serias sospechas que fueron los asturianos los que transmitieron las técnicas y usos a los ingleses en el siglo XVI, y estos posteriormente a los norteamericanos. |
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