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Cambio climático: El año 2014 puede ser el más caliente jamás registrado
Según manifestó el Secretario General de la OMM, señor Michel Jarraud. “En el calentamiento mundial no hay moratorias que valgan”
4-Diciembre-2014 Fuente: Nota de prensa de la Organización Meteorológica Mundial (OMM)


by EnVerde

Quien todavía tenga dudas sobre el Cambio Climático que apunte el último dato, y es que el presente año 2014 a falta de casi un mes, ya se considera el año más caluroso jamás registrado. Organización Meteorológica Mundial (OMM) durante Conferencia sobre el Cambio Climático que se celebra en Lima, COP 20. Ello se debe fundamentalmente a unas altas temperaturas mundiales sin precedentes en la superficie del mar, que muy probablemente permanecerán por encima de las normales hasta finales de año. Esas altas temperaturas del mar, junto con otros factores, contribuyeron a que se dieran unas precipitaciones e inundaciones excepcionalmente intensas en numerosos países y sequías extremas en otros.

Según manifestó el Secretario General de la OMM, señor Michel Jarraud. “En el calentamiento mundial no hay moratorias que valgan”, y además añadió que: “Debido a unas emisiones de gases de efecto invernadero sin precedentes y a su concentración en la atmósfera, el planeta se ve abocado a un futuro de lo más incierto y, probablemente, inhóspito. La OMM y sus Miembros seguirán mejorando los pronósticos y los servicios para ayudar a las personas a hacer frente a unas condiciones meteorológicas y climáticas extremas más frecuentes y dañinas”.

Nota de prensa completa de la Organización Meteorológica Mundial (OMM)

2014 tiene visos de ir a convertirse en uno de los años más calurosos, cuando no el más caluroso, que se haya registrado jamás, según las estimaciones preliminares de la Organización Meteorológica Mundial (OMM). Ello se debe fundamentalmente a unas altas temperaturas mundiales sin precedentes en la superficie del mar, que muy probablemente permanecerán por encima de las normales hasta finales de año. Esas altas temperaturas del mar, junto con otros factores, contribuyeron a que se dieran unas precipitaciones e inundaciones excepcionalmente intensas en numerosos países y sequías extremas en otros.

En la Declaración provisional de la OMM sobre el estado del clima mundial en 2014 se indica que la temperatura media mundial del aire sobre la superficie terrestre y la superficie del mar de enero a octubre fue superior en aproximadamente 0,57 grados centígrados (1,03 grados Fahrenheit) a la media de 14,00 °C (57,2 °F) para el período de referencia 1961-1990, y en 0,09 °C (0,16 °F) a la media de los diez últimos años (2004-2013).

Si en noviembre y diciembre se mantiene la misma tendencia, probablemente 2014 sea el año más caluroso jamás registrado, por delante de 2010, 2005 y 1998. Eso confirma la tendencia subyacente al calentamiento a largo plazo. Es importante tomar nota de que las diferencias en las clasificaciones de los años más calurosos son cuestión de tan solo unas centésimas de grado y de que las clasificaciones varían ligeramente en función de los diferentes conjuntos de datos tomados como base.

Las altas temperaturas de enero a octubre se alcanzaron pese a que no se había dado realmente un episodio de El Niño/Oscilación del Sur (ENOS). El ENOS ocurre cuando unas temperaturas de la superficie del mar superiores a la media en la parte oriental del Pacífico tropical se combinan con sistemas de presión atmosférica que se autorrefuerzan y afectan a las condiciones meteorológicas mundiales. Durante el año subieron las temperaturas de la superficie del mar hasta alcanzar casi los umbrales de El Niño, pero esa subida no fue acompañada de una respuesta atmosférica. Sin embargo, en gran parte del mundo se observaron muchas de las condiciones meteorológicas y climáticas normalmente asociadas con el ENOS.

“De la información provisional para 2014 se desprende que catorce de los quince años más calurosos de los que se tiene registro se han dado en el siglo XXI”, manifestó el Secretario General de la OMM, señor Michel Jarraud. “En el calentamiento mundial no hay moratorias que valgan”, añadió.

“El panorama que se ha dado en 2014 corresponde plenamente a lo previsible en una situación de evolución del clima. Un calor sin precedentes sumado a lluvias torrenciales y a inundaciones provocaron la destrucción de medios de subsistencia y de vidas. Lo que resulta particularmente insólito y alarmante este año son las altas temperaturas de vastas zonas de la superficie oceánica, especialmente en el hemisferio norte”, dijo.

“Debido a unas emisiones de gases de efecto invernadero sin precedentes y a su concentración en la atmósfera, el planeta se ve abocado a un futuro de lo más incierto y, probablemente, inhóspito. La OMM y sus Miembros seguirán mejorando los pronósticos y los servicios para ayudar a las personas a hacer frente a unas condiciones meteorológicas y climáticas extremas más frecuentes y dañinas”, explicó el señor Jarraud.

La Declaración provisional se publicó para que sirviera de base a las negociaciones anuales sobre el cambio climático que este año se están celebrando en Lima (Perú). Asimismo, la OMM actualizó su prestigiosa serie de boletines meteorológicos del futuro, que presentan escenarios para el tiempo de 2050 basados en el Quinto Informe de Evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), que está copatrocinado por la OMM y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). Recientemente se han añadido informes de Perú, Francia, Viet Nam, España, Canadá y Noruega a los boletines meteorológicos, que trazan una imagen convincente de cómo sería la vida en un planeta donde hiciera mucho más calor que hoy en día.

Christiana Figueres, Secretaria Ejecutiva de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), declaró: "Nuestro clima está cambiando y cada año aumentan el riesgo de fenómenos meteorológicos extremos y las consecuencias que pueden acarrear para la humanidad.”

“Afortunadamente nuestro clima político también está cambiando y, manifiestamente, los gobiernos, con el apoyo de los inversores, los empresarios y los encargados municipales se están encaminando hacia la concertación de un acuerdo universal sobre el clima en París en 2015 que sea útil y mantenga el aumento de la temperatura mundial por debajo de 2 grados centígrados, sentando las bases para llegar a una profunda descarbonización de las economías del mundo y a la neutralidad climática (emisiones nulas) en la segunda mitad del siglo", dijo la señora Figueres.

Temperaturas de la superficie terrestre

La temperatura media del aire en superficie sobre la tierra de enero a octubre de 2014 fue de aproximadamente 0,86 °C por encima de la media correspondiente al período 1961-1990, siendo por tanto la cuarta o la quinta más alta de las registradas para esos mismos meses.

Las temperaturas en el oeste de América del Norte, Europa, el este de Eurasia, gran parte de África, vastas zonas de América del Sur y la parte meridional y occidental de Australia fueron especialmente altas. Por otra parte, en lo que va de año se han registrado temperaturas inferiores a la media en extensas zonas de Estados Unidos y Canadá, y en partes de la Rusia central.

Hubo olas de calor en Sudáfrica, Australia y Argentina en enero. En Australia se dio otro episodio cálido prolongado en mayo. En octubre se dio un calor sin precedentes en el norte de Argentina, Paraguay, Bolivia y el sur de Brasil. Se notificaron olas de un frío singular en Estados Unidos durante el invierno, en Australia en agosto y en Rusia en octubre.

Contenido de calor oceánico

Las temperaturas mundiales en la superficie del mar fueron las más altas de las que se tenía registro, situándose en unos 0,45 °C por encima de la media de 1961-1990.

Las temperaturas de la superficie del mar en la parte oriental del Pacífico tropical se acercaron a los umbrales de El Niño. Asimismo, fueron inusualmente altas en la parte occidental del Pacífico tropical, en todo el norte y el noreste del Pacífico, y en la zona polar y subtropical del Atlántico Norte, el suroeste del Pacífico, partes del Atlántico Sur y en gran parte del océano Índico. Las temperaturas fueron particularmente elevadas en el hemisferio norte de junio a octubre por motivos que los científicos están investigando minuciosamente.

Para los meses de enero a junio se estimó el contenido de calor oceánico de profundidades que iban hasta 700m y 2000m, y en ambas alcanzaba valores sin precedentes.

El 93% de la energía atrapada en la atmósfera por los gases de efecto invernadero, resultante de los combustibles fósiles y de otras actividades humanas, acaba en los océanos. Así pues, la función del contenido calorífico de los océanos es fundamental para entender el sistema climático.

Nivel del mar y hielo marino

Al calentarse los océanos su volumen aumenta debido a la dilatación térmica. El agua procedente del deshielo de los mantos de hielo y los glaciares también contribuye al aumento del nivel del mar. Este experimenta variaciones locales debido a las corrientes, las mareas, las tormentas y los regímenes climáticos a gran escala como El Niño. A principios de 2014 el nivel medio del mar a escala mundial alcanzaba un valor sin precedentes para esa época del año.

La superficie del hielo marino en el Ártico alcanzó su extensión mínima anual, de 5,02 millones dekm2, el 17 de septiembre y fue la sexta más pequeña de la que se tienen datos, según el Centro Nacional de Datos sobre Nieve y Hielos.

La superficie del hielo marino en la Antártida alcanzó una extensión máxima diaria de 20,11 millones de km2 el 22 de septiembre, estableciéndose así un nuevo récord por tercer año consecutivo. Según los científicos, los cambios de la circulación atmosférica observados en los tres últimos decenios, que han modificado a su vez los vientos dominantes en la Antártida, son un factor que guarda relación con ese incremento. No obstante, también es posible que el incremento se deba a una suma de factores, entre los que se cuentan los efectos del cambio de la circulación oceánica.

Inundaciones

Reino Unido se vio afectado por doce tormentas atlánticas de gran magnitud en enero y en febrero, y el invierno en ese país fue el más húmedo del que se tuviese registro, superior en un 177% a las precipitaciones medias a largo plazo. En mayo inundaciones devastadoras en Serbia, Bosnia y Herzegovina, y Croacia causaron perjuicios a más de dos millones de personas. En Rusia a finales de mayo y principios de junio cayeron más del doble de las precipitaciones medias mensuales en las Repúblicas de Altai, Jakasia y Tuva, al sur de Siberia. En septiembre en algunas zonas del sur de la península de los Balcanes las precipitaciones superaron en un 250% la media mensual y en zonas de Turquía estuvieron un 500% por encima de lo normal. Julio y agosto fueron meses muy húmedos en Francia, siendo el total de las lluvias correspondientes a los dos meses el más alto del que se tuviese registro para ese período desde que empezaran los registros en 1959. Entre el 16 y el 20 de septiembre en partes del sur de Francia se registraron más de 400 mm de precipitaciones, o sea, de tres a cuatro veces la media normal del mes. En noviembre las fuertes lluvias que cayeron en el centro y el sur de Marruecos causaron graves inundaciones. En Guelmin cayeron 126mm de lluvia en cuatro días, siendo la media mensual para noviembre de 17mm y la mensual de 120mm.

Las precipitaciones mensuales sobre la costa Pacífica del oeste de Japón en agosto de 2014 fueron superiores en un 301% a las normales, a saber, las más altas desde que empezara el mantenimiento de registros modernos en 1946. En agosto y septiembre lluvias intensas causaron graves inundaciones en el norte de Bangladesh, el norte de Pakistán e India, resultando afectadas millones de personas.

Buenos Aires y las provincias nororientales de Argentina se vieron gravemente afectadas por las inundaciones. En febrero en muchas estaciones del norte y el centro de Argentina se registraron unos volúmenes totales de precipitaciones sin precedentes para el mes. En mayo y junio el total de las precipitaciones superaba en un 250% la media a largo plazo en Paraguay, el sur de Bolivia y partes del sureste de Brasil. Las intensas lluvias provocaron el desbordamiento del río Paraná, dando lugar a inundaciones que afectaron especialmente a Paraguay, resultando perjudicadas más de 200000 personas.

Los días 29 y 30 de abril cayeron lluvias torrenciales en el sureste, en la zona del Atlántico central y el noreste de Estados Unidos, causando importantes inundaciones repentinas. En un lugar de Florida en dos días se registró un volumen total de precipitaciones de un valor récord de 519,9mm.

Sequías

Las precipitaciones en la parte sur del noreste de China y en partes de la cuenca del río Amarillo y del río Huaihe no alcanzaron la mitad de la media estival, lo que dio lugar a sequías graves.

En partes de América Central se dieron déficits de lluvia por el verano. En partes del este de Brasil y en algunas zonas del centro del país se da una situación de sequía grave, con importantes déficits hídricos desde hace más de dos años. La ciudad de São Paulo se ha visto particularmente afectada, al darse una severa escasez de sus reservas de agua.

A partir de mediados de noviembre de 2014 la sequía se instaló en vastas zonas del oeste de Estados Unidos, y en zonas de California, Nevada y Texas las precipitaciones fueron menos del 40% de la media de 1961-1990. En Canadá se dieron condiciones de sequía a comienzos de 2014, y en muchas regiones solo cayó entre el 50 y el 70% de la media de referencia en el oeste y el norte entre enero y abril.

A comienzos de año, en el noreste de Nueva Gales del Sur y el sureste de Queensland (Australia) se dieron déficits de lluvia prolongados.

Ciclones tropicales

Hasta el 13 de noviembre de 2014 se registraron 72 tormentas tropicales, con vientos cuya velocidad era igual o superior a 17,5 m/s (63 km/h), o sea que fueron menos que la media de 89 tormentas de 1981-2010.

En la cuenca del Atlántico Norte hubo solo ocho tormentas con nombre, mientras que en la cuenca oriental del Pacífico Norte se registró una actividad ciclónica superior a la media, dándose 20tormentas con nombre.

En la cuenca occidental del Pacífico Norte se formaron 20 ciclones tropicales con nombre entre el 18de enero y el 20 de noviembre, cifra ligeramente inferior a la media de 24 tormentas (hasta finales de noviembre) correspondiente a 1981-2010. Diez de los ciclones alcanzaron la fuerza de un tifón. Los tifones Nakri y Halong contribuyeron a los elevados totales de precipitación registrados en el oeste de Japón en agosto. El tifón Rammasun provocó el desplazamiento de más de medio millón de personas en Filipinas y China en julio.

En la cuenca del océano Índico septentrional se registraron tres tormentas, cifra ligeramente por debajo de la media de cuatro tormentas correspondiente a 1981-2010. Dos de esas tormentas —Hud Hud y Nilofar — se convirtieron en severas tormentas ciclónicas.

En Australia se dio un número de tormentas tropicales inferior a la media en 2014, y hubo cuatro ciclones que llegaron a tierra.

En la cuenca del suroeste del océano Índico se formó un total de ocho tormentas tropicales con nombre durante el período del 1 de enero hasta abril. En toda la temporada, que empezó en 2013, se formaron nueve tormentas, lo que correspondió a la media a largo plazo. En la cuenca del Suroeste del Pacífico se formaron seis tormentas, además de cuatro en la región de Australia; la suma total de 10 tormentas está ligeramente por debajo de la media a largo plazo de 12 tormentas.

Gases de efecto invernadero

El último análisis de las observaciones realizadas en el marco del programa de Vigilancia de la Atmósfera Global (VAG) de la OMM revela que los niveles atmosféricos de dióxido de carbono (CO2), metano (CH4) y óxido nitroso (N2O) alcanzaron nuevos máximos históricos en 2013. Todavía no se han procesado los datos para 2014.

El promedio de los niveles atmosféricos mundiales de CO2 alcanzó 396,0 partes por millón (ppm), o sea, aproximadamente el 142% del nivel medio de la era preindustrial. El incremento de 2012 a 2013 fue de 2,9 ppm, que es el mayor aumento interanual, registrándose en varias estaciones del hemisferio norte niveles superiores a 400 ppm. El aumento global del CO2 atmosférico de 2003 a 2013 corresponde a aproximadamente el 45% del CO2 emitido por las actividades humanas. El 55% restante es absorbido por los océanos y la biosfera terrestre.

Las concentraciones de CH4 en la atmósfera alcanzaron un nuevo máximo of 1824 partes por mil millones (ppmm) en 2013. Eso equivale aproximadamente al 253% del nivel preindustrial. Las concentraciones mundiales de N2O llegaron a 325,9 ± 0,1 ppmm, o sea, el 121% del nivel preindustrial.

El índice anual de gases de efecto invernadero de la Administración Nacional del Océano y de la Atmósfera (NOAA) muestra que de 1990 a 2013 el forzamiento radiativo de los gases de efecto invernadero de larga duración experimentó un aumento del 34%, al que el CO2, por sí solo, contribuyó en un 80%.

Métodos de análisis de la Organización Meteorológica Mundial

El análisis de las temperaturas mundiales que realiza la OMM se basa principalmente en tres conjuntos de datos complementarios. Uno de ellos es el juego de datos que mantienen al día conjuntamente el Centro Hadley de la Oficina Meteorológica de Reino Unido y la Unidad de Investigación Climática de la Universidad de East Anglia de Reino Unido; el segundo corre a cargo del Centro Nacional de Datos Climáticos de la Administración Nacional del Océano y de la Atmósfera de Estados Unidos; y el tercero depende del Instituto Goddard de Investigaciones Espaciales (GISS), que gestiona la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA). Para la estimación de las temperaturas medias mundiales también se emplean sistemas de reanálisis, que usan un sistema de predicción meteorológica para combinar múltiples fuentes de datos y facilitar así un panorama más completo de las temperaturas mundiales. La OMM utiliza los datos de reanálisis llevados a cabo por el Centro europeo de predicción meteorológica a medio plazo (CEPMMP).

+ Más información: Organización Meteorológica Mundial (OMM)


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