A la reapertura de este equipamiento también asistieron la Presidenta de la Junta General del Principado, María Jesús Álvarez; la Consejera de Cultura y Turismo, Mercedes Álvarez González; el Viceconsejero de Promoción Cultural y política Lingüística, Jorge Fernández León; el Presidente del Tribunal Superior de Justicia de Asturias, Ignacio Vidau; el Fiscal Superior de Asturias, Gerardo Herrero, y el Rector de la Universidad de Oviedo, Vicente Gotor, entre otras autoridades.

Tras un intenso periodo de trabajos arquitectónicos y arqueológicos, que requirieron la puesta en marcha de una exhaustiva planificación museística, la apertura al público del Museo Arqueológico pretende satisfacer las necesidades y expectativas de todos los públicos. El museo, además, se dota de una moderna exposición permanente y de un conjunto de equipamientos públicos e internos que permitirán el adecuado funcionamiento de la institución. En total, se expondrán al público 2.053 de las ocho mil piezas y 5.400 cajas con material arqueológico con que cuenta este equipamiento situado en las inmediaciones de la Catedral de Oviedo.

El nuevo edificio trata de poner en valor espacios relevantes del antiguo convento de San Vicente, como el claustro, y establecer relaciones visuales y funcionales con diferentes ámbitos del entorno inmediato, como el Cementerio de los Peregrinos, manejando los conceptos de “rehabilitación”, “reinserción”, “metamorfosis” y “evolución”, usando palabras de los propios arquitectos autores del proyecto, Fernando Pardo y Bernardo García Tapia. En esta nueva pieza edificada, los elementos arquitectónicos se incorporan, con su particular lenguaje, a un contexto ya consolidado, contribuyendo a valorar lo que les rodea, y recibiendo a la vez influencias de los monumentos contiguos.

El discurso expositivo

Además, la nueva exposición permanente ofrece al visitante un recorrido en el que conocerá los hallazgos arqueológicos más representativos de los yacimientos del Principado de Asturias que abarcan desde la Prehistoria hasta el final de la Edad Media, permitiendo hacer un recorrido histórico a través de sus ricas colecciones.

La exposición permanente tiene como objetivo presentar un discurso expositivo de la forma más actualizada y moderna posible. Sigue un orden cronológico y utiliza como base expositiva los materiales arqueológicos que son su razón de ser. Sin embargo, el planteamiento de este discurso trasciende del mero registro material hacia la reconstrucción de las sociedades que nos precedieron en todos los ámbitos que es posible: socioeconomía, organización del territorio, jerarquización de la sociedad, estructuras políticas, creencias y manifestaciones artísticas. Su finalidad principal es la narración de la historia del territorio asturiano desde la prehistoria hasta la Baja Edad Media a través de la cultura material conservada en el museo y que nos acercan a las diferentes sociedades que a lo largo de numerosos siglos de historia han habitado este territorio.

La exposición cuenta con cinco áreas temáticas tituladas del siguiente modo:

•Los tiempos prehistóricos
•Neolíticos y Edad de los Metales
•El tiempo de los castros
•Roma en Asturias
•Asturias Medieval

La selección de piezas y los múltiples recursos de apoyo que las acompañan permiten conseguir una instalación museográfica equilibrada y coherente, que integra a las colecciones en el edificio histórico, transmite con fiabilidad el pasado histórico de Asturias, desde la Prehistoria hasta el final de la Edad Media y dota a la exposición de un efecto dinámico, de gran poder de atracción para el visitante. El itinerario propuesto comienza en la planta de acceso al museo, para continuar en sentido ascendente recorriendo las plantas primera a tercera, en una estructura lineal y cronológica que parte de la Prehistoria y termina en la Edad Media. Finalmente en el piso alto del claustro y espacios anexos (planta segunda) se expone la historia del museo y el Patrimonio Mundial en Asturias.

La rehabilitación y ampliación del Convento de San Vicente y su ampliación

El Museo Arqueológico de Asturias tiene su sede en el antiguo Monasterio Benedictino de San Vicente, fundado en el año 761 por el Presbítero Máximo, y relacionado con el primer asentamiento de la ciudad de Oviedo. Desde su creación, el edificio ha sufrido varias reestructuraciones, entre ellas una primera remodelación en los siglos XI y XII bajo el periodo románico, y la destrucción parcial a causa de un incendio en 1512. La pieza más destacada del conjunto, el claustro, fue realizada en estilo gótico en el siglo XVI, aunque presenta aportaciones relevantes realizadas en el siglo XVIII, el período de mayor esplendor del Monasterio desde el punto de vista de su funcionamiento, gracias a la estancia en él del Padre Feijoo.

En 1934 el edificio fue declarado Monumento Histórico Artístico y en 1939 fue reconstruido por los arquitectos Bobes y Menéndez Pidal. El Museo Arqueológico de Asturias se instala en este edificio en los años 40 del siglo XX, y abre al público en 1952. Debido a la situación del edificio y a la falta de superficie disponible, el Ministerio de Cultura convocó en 1998 un concurso de redacción para la rehabilitación del convento y la ampliación en el edificio contiguo, del que resultaron ganadores los arquitectos Fernando Pardo y Bernardo García Tapia en 1999. Dicho proyecto fue presentado públicamente en Oviedo el 11 de marzo de 2003.

Las obras de rehabilitación y ampliación se adjudicaron a la unión temporal de empresas Construcciones Alfredo Rodríguez, S.L. y Técnicas de Arquitectura Monumental S.A. y comenzaron en julio de 2004, finalizando en diciembre de 2008. Gracias a esta actuación, el edificio del museo cuenta ahora con una superficie construida de cerca de 5.810,23 metros cuadrados, de los cuales 2.013,49 metros cuadrados están destinados a exposición permanente.

El proyecto arquitectónico abordó la recuperación de los restos conservados del antiguo Convento, creando una unidad funcional con el edificio anexo de ampliación, en el marco de la trasera del conjunto catedralicio. El claustro y la escalera monumental, como elementos singulares del inmueble, sirven de ejes de vertebración de la infraestructura, que dialoga en contigüidad con edificaciones de importancia histórica como la Catedral de Oviedo, San Pelayo o San Tirso.

Dentro del proyecto de rehabilitación se contempló la restauración de la piedra del claustro, actuación dirigida por el equipo técnico del Instituto de Patrimonio Cultural de España. El estado de conservación en que se encontraba la piedra, así como la aparición de restos arqueológicos de gran interés en el claustro y de dicho espacio, obligaron, en su momento, a la redacción de un proyecto reformado, que dilató los plazos iniciales previstos.

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