Representantes de cerca de 40 ciudades costeras situadas en el Arco Atlántico y que pertenecen a cinco países diferentes (Portugal, Francia, Irlanda, Reino Unido y España), han consensuado un texto en el que se reivindica el papel de las políticas urbanas en materia económica y medioambiental y en el que se recogen también compromisos para ciudades verdes, atractivas y solidarias.
El documento plantea una serie de compromisos, entre los que figuran reducir el consumo energético, limitar la expansión urbana y proteger la biodiversidad atlántica, así como apoyar a las pymes, promover la riqueza cultural, dar valor al patrimonio marítimo y fomentar el turismo sostenible.
En concreto, la Carta está estructurada en cinco capítulos: Aspirar a la ejemplaridad en materia de medio ambiente, Apoyo al desarrollo económico sostenible e innovador, Reforzar la cohesión y la heterogeneidad social, Apoyar y valorizar la identidad compartida de las ciudades atlánticas y Desarrollar una cooperación más abierta, eficaz y ambiciosa. El texto no pretende ser una simple declaración de intenciones, sino la primera etapa de cara a la aplicación de un plan de acción a escala de la CCAA en los diferentes ámbitos que se recogen en el documento.
La Asamblea del Arco Atlántico ha servido además para abordar cuestiones y experiencias de interés común para los municipios integrados en la red en materia de cultura y patrimonio, desarrollo urbano, ciudades portuarias, desarrollo económico y transportes y accesibilidad. Por otra parte, en la Asamblea se ha puesto en marcha una nueva estructura de la Conferencia coherente con las principales tendencias europeas; además, en ella Gijón presentó un informe en el que se analizaba la participación de las ciudades atlánticas en proyectos con financiación europea en el período 2000-2006.
PREÁMBULO
Carta atlántica de San Sebastián por un desarrollo urbano sostenible
Unas ciudades verdes, atractivas y solidarias
Nosotros, Alcaldes y Presidentes de redes de importantes ciudades del Arco Atlántico europeo, estamos reunidos en Donostia-San Sebastián para celebrar la IX Asamblea General de la asociación. En esta reunión, nos comprometemos mutuamente a respetar y promover la Carta atlántica de desarrollo urbano sostenible.
A imagen del grupo intergubernamental de expertos sobre el cambio climático (IPCC), hoy
la comunidad científica está de acuerdo en reconocer el impacto de la actividad humana en el cambio climático y las amenazas que se ciernen no sólo sobre la biodiversidad sino también sobre la población. La urgencia de actuar es tanto más patente cuanto que son las poblaciones más desfavorecidas las primeras afectadas, concretamente, por el alza de los precios de la energía y la multiplicación de fenómenos climáticos extremos. De ahí la necesidad de adaptar a partir de ahora un modelo de desarrollo insostenible a largo plazo.
Ante tales retos, las ciudades tienen un papel clave que desempeñar.
Durante demasiado tiempo, efectivamente, cuando fue necesario responder a una afluencia masiva de población (el 80% de los europeos viven en ciudades), las políticas urbanas ignoraron en gran parte los condicionantes medioambientales. Aun siendo tardía, la toma de conciencia del reto climático por parte de los poderes locales es hoy en día real y se plasma concretamente en la aplicación de las Agendas 21 locales, de planes por el clima, etc. Pero hay que redoblar los esfuerzos en la medida en que una gran parte de las políticas en materia de hábitat, transportes, urbanismo o desarrollo económico son competencia de las ciudades.
Además, en la era de la globalización, es preciso relacionar esta exigencia medioambiental con el mantenimiento de una actividad económica creadora de empleos de calidad. Ahora bien, la explosión de los intercambios y el surgimiento de nuevos actores crean un entorno competitivo, especialmente exacerbado, entre las ciudades en beneficio de las grandes metrópolis. A la inversa, las ciudades situadas en la periferia de las grandes redes de intercambio tienen que innovar y adaptarse sin cesar a los cambios sumamente rápidos de los mercados para mantener su atractivo y conservar en su territorio población y empleos de calidad.
Esta situación corresponde perfectamente al Arco Atlántico cuya situación periférica respecto al «corazón» de Europa viene acentuada por una falta de accesibilidad. Sin embargo, este territorio cuenta con numerosas ventajas, y entre las primeras el dinamismo de sus ciudades. Cuenta, igualmente, con un rico patrimonio ambiental gracias a la presencia del océano y una parte importante de espacios rurales. Los recursos medioambientales están relativamente bien preservados debido a un grado de urbanización menor que en otras partes de Europa, y ello a pesar de la presión cada vez mayor sobre el litoral. De todo ello se deriva una calidad de vida reconocida de la que hay que sacar provecho.
Gracias a una larga tradición de intercambios tanto económicos como humanos y culturales que se ha estructurado en torno a su carácter marítimo, el Arco Atlántico es un espacio privilegiado de cooperación que durante mucho tiempo ha sido ejemplo de promoción de un desarrollo equilibrado del territorio europeo.
Con esta Carta, las ciudades atlánticas manifiestan su voluntad de perpetuar esa vocación del espacio atlántico en torno a una estrategia renovada centrada en el desarrollo sostenible y de la definición de un nuevo modelo urbano «verde». Este documento no está destinado a ser una simple declaración de intenciones sino que constituye una primera etapa para la aplicación de un plan de acción a escala de la CCAA en los diferentes ámbitos abordados en el presente documento.
Documento completo de la Carta Atlántica de Sansebastián, por un desarrollo urbano sostenible
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"HOY Acción por un concejo sostenible y contra la política ambiental del Ayuntamiento de Gijón"
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