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La coalición electoral UNIDÁ luchará por su derecho a presentarse a las próximas elecciones 3-Mayo-2007 El portavoz de la coalición Unidá asegura que “estará en las elecciones autonómicas con su sigla y como una formación más". La coalición ha destacado por su activa oposición a los planes y a la política del gobierno del Principado de Asturias formado por el PSOE e Izquierda Unida.UNIDÁ está compuesta por Andecha Astur – Izquierda Asturiana – Los Verdes Grupo Verde

Unidá una coalición que dio mucho la lata no es proclamada por la Junta Electoral

Artículo sobre los intereses que hay para tumbar la coalición electoral UNIDÁ formada por Andecha Astur – Izquierda Asturiana – Los Verdes Grupo Verde

3-Mayo-2007 Artículo de Juan Vega. De El Comentario.Tv

Unidá, una coalición que dio mucho la lata no es proclamada por la Junta Electoral. No parece, sin embargo, que Batasuna encuentre mayores dificultades para lograr sus objetivos

El procer Pedro de Silva, factótum de la opinión en La Nueva España, un puesto logrado con la constancia en el escribir, la prudencia del decir poco y la pertinacia en la crítica de lo lejano que ignora el devenir de lo próximo, emite su sesudo dictamen sobre el conflicto de las candidaturas vinculadas a Herri Batasuna, y apuesta por el imperio de la democracia, a pesar de la Ley de Partidos, y a pesar también de las prácticas de tiro salvaje de buena parte de quienes apoyan, impulsan, respaldan y anuncian su voto para tales candidaturas. Y lo hace así, de una manera muy coherente con lo que en él es habitual, en un artículo en el que deja una puerta abierta para la duda sobre lo que realmente propone:

El derecho a elegir y ser elegido es el núcleo mismo de la democracia, y todo cuanto suponga coartarlo o restringirlo en Euskadi es decisión de enorme gravedad. Aun cuando exista la conciencia de que una determinada agrupación de electores se mueve en las aguas del nacionalismo más radical, en las que el escualo dominante es ETA, esto no bastaría para privarles de concurrir a unas elecciones. Lo que complica el asunto es la sospecha, fundada o no, de que el Gobierno pueda adecuar su interpretación legal a una estrategia negociadora futura. La ampliación a la mayor parte del mundo aberzale de la restricción a participar electoralmente es odiosa, desde un punto de vista constitucional, pero es inevitable la sospecha de lenidad calculada a la hora de impedir que el lobo se pueda vestir una vez más de oveja. Ése es el trance, sin solución buena alguna, en que nos hallamos.

En Asturias, la candidatura que intenta concurrir bajo el nombre de Unidá, no ha sido proclamada por la Junta Electoral, al aducirse problemas legales derivados de un pleito ya viejo, que está “sub iudice” por una cuestión penal, en el seno de la formación política Andecha Astur, que es una de las tres que concurren, con lo que se deja fuera a los otros dos grupos políticos, de los que nadie tiene nada que decir.

Andecha Astur -que intenta presentarse a las elecciones y no le dejan- había cobrado una relevancia singular, por dos pleitos que impulsan los dirigentes de ese partido político, que tienen una especial trascendencia pública. La prensa que se rasga las vestiduras en artículos de opinión, porque a alguien que puede encubrir a los pistoleros, se le obstaculice la participación en las elecciones del País Vasco, contempla impasible lo que ocurre en Asturias, donde se impide que dos pequeños grupos políticos puedan ejercer sus derechos, porque un tercero, con el que montaron una coalición, tiene problemas internos en el juzgado de lo penal, pendientes de sentencia, mientras se permite que la otra Andecha Astur, dirigida por un imputado en un procedimiento penal, pueda presentarse.

Uno de esos pleitos presentado por la Andecha Astur a la que se impide concurrir a los próximos comicios, es el que ha puesto contra las cuerdas el PGOU de Llanes, que dejó en evidencia el papel jugado durante años al frente de la alcaldía de aquella capital del Oriente, por el hoy delegado del Gobierno en Asturias, Antonio Trevín Lombán. Trevín se mantiene en silencio, desde que el Tribunal Superior de Justicia de Asturias concluyó que ese plan de ordenación adolecía de graves defectos de forma, que devienen en defectos de fondo, hasta el punto de poner en cuestión una norma, por sus carencias esenciales en materia de información pública, lo que al final es el ser o no ser del urbanismo democrático.

El otro pleito, es el que se mantiene de una forma llamativamente silenciosa, contra los responsables de la edición del panfleto Construyendo Asturias, un pleito que coloca en una difícil situación –de llevarse adelante- al presidente del Principado, Vicente Álvarez Areces, por lo que podría ser una violación de la Ley de Publicidad Institucional, al haber incurrido en un más que posible fraude de ley, para desviar lo que era una clara inversión pública, conviertiéndola en privada, y otorgando a particulares la capacidad de recaudar dinero que a todas luces es público, con una posible malversación como consecuencia de esa desviación de la capacidad recaudatoria de la administración, para financiar publicidad con dinero de las emprsas que contratan con el gobierno.

La convergencia de este grupo político con otros dos, Izquierda Asturiana, que ponía el candidato –Ignacio Llope- y Los Verdes-Grupo Verde, para formar esta candidatura, suponía otro grave escollo para el popurrí formado por IU con el BIA y Los Verdes, que se encontraban con la horma de su zapato, en la caza del voto ecologista y asturianista, en una comunidad que ya conoce perfectamente las implicaciones de la gente de Gaspar Llamazares en los negocios inmobiliarios más heterodoxos, así como su indiscutible complicidad con el Plan del Gas de Vicente Álvarez Areces, que genera un amplio rechazo por parte de la izquierda ecologista y asturianista, que puede derivar en sus tendencias de voto hacia ofertas no comprometidas con el gran pastel en el que está metida la gente de IU con sus socios.
En unas pocas semanas, los candidatos de Unidá habían pisado demasiados callos, los callos de Trevín, Areces y Llamazares, y los negocios en los que están metidos los tres, cada vez más al descubierto, en lo que es todo una pérdida de la inocencia por parte de la ciudadanía asturiana.

Por eso está feo, muy feo, lo que acaba de ocurrir: que a gente tan aguerrida y belicosa, que estaba sustituyendo existosamente la pasividad de la izquierda, cuando no la complicidad, con el negocio puro y duro, se la deje fuera del juego democrático, alegando que uno de los tres socios de una coalición tiene problemas de representatividad legal, sin dar a esos representantes legales la ocasión de subsanar tales deficiencias.

Al proyectar sobre el conjunto de esa coalición, el problema de uno de los socios, impidiendo la concurrencia electoral del conjunto de sus candidaturas, por parte de grupos que se han ganado enemigos tan grandes en tan poco tiempo, quienes toman la decisión se colocan en una situación un tanto extraña, pues parece raro que si de lo que se trata es de preservar los posibles derechos de una parte perjudicada, se esté perjudicando al conjunto de una manera tan gruesa e irreversible. Es mucho mayor el perjuicio que se causa con esta decisión, que el bien que se supone que se hace con ella, pues si se preservan los derechos de algunos, se están conculcando los de muchísimos más.

En el caso de que en las instancias superiores se dé la razón a los responsables de esta coalición, y no se les impida su derecho democrático a concurrir a unas elecciones, la sensación que todos tenemos en Asturias de estar viviendo en un régimen autoritario, con ribetes policiales de profundo calado, habrá crecido aún un poco más. Quienes se escandalicen de que nos sorprenda de esta manera la decisión de la Junta Electoral, deberían pensar que aquí estamos empezando a acostumbrarnos a que la delegación del Gobierno y el ejecutivo asturiano tienen prerrogativas que van mucho más allá de lo razonable, a la hora de imponer a los ciudadanos su sectaria visión del mundo y de la política.

No podemos olvidarnos de que en Asturias se está empapelando a los ciudadanos que protestan, que se están cerrando medios de comunicación que no son afines y que se prohibe lo que no le gusta a los que mandan. Ese Primero de Mayo se celebra bajo la sombra del procesamiento de los sindicalistas Juan Manuel Martínez Morala y Cándido González Carnero. Y todos tan contentos, a pocas semanas de unas elecciones.

Cuando lo que está en juego es el gobierno, por unos pocos miles de votos, los responsables de la Junta Electoral deberían ser especialmente cuidadosos en la garantía del ejercicio de los derechos constitucionales. Excepto que la salvaguarda de esa bolsa de votos haya pesado en el ánimo de alguien.

Unidá puede quitarle a IU unos votos esenciales para decidir una mayoría absoluta que se intuye muy reñida. El dato esencial a tener en cuenta, es que Izquierda Unida ha impugnado las candidaturas de Unidá en las tres circunscripciones autonómicas y todas las municipales. Un esfuerzo sin precedentes, que explicaría por qué alguien puede estar echándole una mano. Los mismos fariseos que hacen votos porque Batasuna pueda concurrir a las elecciones, en nombre del sagrado derecho del pueblo a elegir, impiden que en Asturias pueda concurrir una lista representativa de gente que ha dado mucho la lata.

Juan Vega. El Comentario Tv

 

 

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