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Evalúe a los líderes mundiales en la Cumbre de Bali contra el Cambio Climático

Nuestros líderes mundiales se reúnen del 3 al 14 de diciembre en Bali (Indonesia), convocados por Naciones Unidas. Es una nueva oportunidad para que los ciudadanos les evaluemos, como sus jefes que somos

13-Diciembre-2007 Artículo de Rafael Fernández-Font Pérez

Los líderes mundiales van a hablar sobre Cambio Climático y sobre el Protocolo de Kyoto, que expira en 2012. En estos meses tenían que haber estudiado un texto: el último informe que los tres mil científicos del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, premio Nóbel de la Paz 2007, pusieron sobre la mesa en Valencia. Dice que el cambio climático es real, que lo ha provocado la acción humana, y que los gobiernos tienen que actuar ya. ¿Habrán aprendido los gobernantes la lección?
Como ciudadanos y como contribuyentes, podemos valorar el papel que hacen nuestros líderes, y ponerle nota. A veces nos lo ponen difícil: grandilocuentes palabras para vendernos la moto, declaraciones vacías de contenido, nubes de humo mediáticas... Con tanto despiste, ¿cómo saber si se están ganando el sueldo? ¿Cómo podemos evaluar si la cumbre de Bali es un éxito o un fracaso?
A continuación, algunas pistas para que los ciudadanos-jefes evalúen el papel de sus líderes en Bali.

1- Calendario. De Bali no va a salir aún el reemplazo de Kyoto. Lo que se discute es si se empieza a negociar un nuevo protocolo, bajo qué condiciones, en qué plazos, y qué áreas va a cubrir. Primer criterio de evaluación: Deben entregarnos un calendario de negociaciones, que incluya todas las áreas donde se generan emisiones (energía, transporte, etc.) y que la fecha de finalización sea, como muy tarde, a últimos de 2009.

2- Porcentaje de reducción de emisiones. Tampoco va a decidirse ahora, pero sí se va a hablar de él. Kyoto pretendía que las emisiones disminuyeran globalmente un 5,2% con respecto a los niveles de 1990, y que 36 países, además de la UE, las redujeran. El nuevo tratado debe de ser mucho más ambicioso, incluir a muchos más países, y reducir más las emisiones. Si oímos hablar de una reducción del 20%, estaremos a punto del aprobado. Si hablan del 30%, bien. El sobresaliente está en el 50%, aunque esto de momento se lo plantean para 2050.

3- Inclusión de los EEUU que, como le recuerdan a menudo a Al Gore, es el único país que no ha ratificado Kyoto (de 189 firmantes). Si no está en el próximo acuerdo, suspenso directo. Pero ésta es una pregunta con trampa, porque EEUU sí que negoció y firmó Kyoto, aunque luego decidiera no hacerle ni caso. Es posible que ahora haga lo mismo, así que no nos dejemos engañar.

4- El papel los países emergentes. China tiene el deshonor de ser el nuevo líder mundial de emisiones. Quiere seguir desarrollándose, y pretende hacerlo igual que lo hemos hecho los países ricos: construyendo centrales de carbón, tan baratas como nefastas para el medio ambiente. ¿Qué fuerza moral tenemos pues para prohibirles usar las tecnologías sucias? Además, en los últimos años han sacado a millones de personas del umbral de la pobreza absoluta.
Hay que convencerles pues para que no las construyan: ofrezcamos nuestras tecnologías renovables, nuestro saber hacer sobre centrales solares y eólicas, suprimamos las patentes que acorazan nuestros avances y frenan la innovación, subvencionemos sus renovables para que sean más baratas que el carbón. Y de paso recordémosles que la democracia también es desarrollo.
Desarrollo sí, pero desarrollo limpio. Porque el Cambio Climático va a afectar primero a los que no tienen recursos. Cuando suba el nivel del mar, los Países Bajos podrán construir un dique dos metros más alto. En India, sin embargo, eso supondrá la desaparición de miles de hogares.
En la medida en que se establezca una transferencia tecnológica desde el primer mundo, se podrá hablar de un buen trabajo. Si oímos hablar de supresión de patentes y de tecnologías abiertas, estaremos en el mejor de los caminos.

5- Brasil quiere dinero para mantener sus bosques. La idea es que la responsabilidad sobre los bosques ya no es sólo suya, sino de todos. El principal pulmón mundial, la Amazonía, absorbe un CO2 que no entiende de fronteras. Así que pongamos dinero encima de la mesa y ayudemos a que Brasil mantenga la Amazonía, nuestra Amazonía. Otros países como Ecuador o Indonesia, con grandes masas forestales, también deberían de estar incluidos en esta medida.

6- La UE tira del carro. El objetivo de la Unión es que el calentamiento global no llegue a superar los 2ºC (actualmente estamos en 0,74ºC, y subiendo). Europa pretende que se reduzcan las emisiones en un 20%. Además, si los demás países se comprometen también, está dispuesta a llegar hasta el 30%. Esta postura es una formulación inteligente de una estrategia de cooperación: nos irá mejor si cooperamos todos.
La Comisión Europea dice que el Cambio Climático es una de sus prioridades. El Comisario de Medio Ambiente, el griego Stavros Dimas, se ha mostrado a favor de emplear mucho dinero público en financiar proyectos de tecnologías limpias para que sean rentables en el mercado. El belga Louis Michel, Comisario de Ayuda al Desarrollo, propone que las economías ricas subvencionen a las pobres para adoptar tecnologías limpias. La UE apuesta fuerte, y se pone ella misma sus objetivos: el éxito está en el 30%.

7 - Una solución ya. Un punto importante sobre el que evaluar será la claridad de la exposición. De Bali debe salir un mensaje unánime, claro, alto, de acción contra el Cambio Climático. Los ciudadanos quieren saber con nitidez la posición de sus gobernantes, y que dejen de hacer una cosa y decir otra. Las empresas necesitan que los gobiernos se aclaren para poder planificar a largo plazo. Hace falta claridad y rapidez. Si al final esta reunión ha sido "una reunión más": suspenso.

8 - La energía prohibida. Todavía guardamos las chapas con el sol sonriente y el lema "Nucleares No, gracias" y estamos listos para volver a sacarlas a la calle. El Parlamento Europeo, sin embargo, ha cedido ante el lobby nuclear, que vende su causa como una energía "limpia" (lo que hay que oír). No arreglemos un problema causando otro parecido. Por cada vez que se pronuncie la palabra nuclear, medio punto menos.

9- El papel de España y Asturias. En España pasamos vergüenza negociando Kyoto. En un protocolo que pretendía reducir las emisiones (Alemania se comprometía a reducirlas en un 21%), la Ministra de entonces negoció aumentar las nuestras... ¡en un 15%! Y seguimos pasando vergüenza cuando vemos que, en vez de haberlo cumplido, hemos aumentado las emisiones hasta 2007 en un 48%. Por tanto nosotros empezamos con un "muy deficiente", que nos va a costar levantar.
Más cerca aún, en Asturias, hay ciudadanos cansados de que el Gobierno regional les pida apagar la luz, mientras desarrolla planes para construir o mantener centrales eléctricas sucias. Hay que recordarle al Presidente que el mundo camina en una dirección, y que nuestro Gobierno va en la opuesta. En Asturias hay mucho que trabajar en casa.

En resumen, si los líderes mundiales quieren aprobar su examen de Bali, deberán sentar las bases para tener antes de 2009 un acuerdo global, que obligue a los países ricos a reducir sus emisiones, que ayude a las economías emergentes a hacer la transición a las renovables lo antes posible, que integre a China y EEUU, que no impulse la energía nuclear, y que proteja los bosques mundiales. Al primer mundo, responsable del estado de las cosas, le toca ser generoso, y serlo ya.

Rafael Fernández-Font Pérez
Trabajador en la Dirección General de Medio Ambiente de la Comisión Europea
Portavoz de Los Verdes de Asturias en Avilés

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