Por qué no es necesario el embalse de Caliao

Reflexiones desde la Plataforma por la Defensa de Redes

30-Agosto-2007 Documento de la Plataforma por la Defensa de Redes

Reflexiones desde la Plataforma por la Defensa de Redes:

¿PORQUÉ NO ES NECESARIO EL EMBALSE DE CALIAO?

I

El principal argumento del gobierno regional para construir el embalse es que lo consideran una “infraestructura hidráulica de interés estratégico regional imprescindible para garantizar el abastecimiento de la zona central de Asturias donde se asientan 4/5 partes de la población asturiana y la mayor parte del tejido industrial y de servicios” (Viceconsejera de Medio Ambiente e Infraestructuras del Principado de Asturias en carta dirigida al Consejo del Agua en sept.2004)

Justifican la obra aduciendo que “Asturias no está preparada para aguantar una situación prolongada de falta de lluvias. Desde 1999 la zona central de Asturias está por debajo de la llamada «curva de garantía» la cual supone tener suficiente agua para que, en cualquiera de las situaciones vividas durante el último medio siglo, el suministro esté garantizado. La presa de Caleao responde a las necesidades del centro de la región, ya que aunque su capacidad estará en 35 hectómetros, puede proporcionar recursos del orden de 70 hectómetros” (Jorge Marquínez, Presidente de la CHN, en declaraciones a la prensa, 2007)

Desde la PLATAFORMA POR LA DEFENSA DE REDES queremos señalar:

El supuesto déficit de agua está excesivamente sobredimensionado.
El volumen anual de agua que proporcionaría el embalse de Caliao, y por tanto el volumen que consideran imprescindible para satisfacer la demanda de la Zona Central de Asturias, es de 70 hm3 (aunque en el propio PHN la cifra se reduce a 50 hm3), esto supone incrementar casi un 50% las disponibilidades actuales de CADASA, el Consorcio de Aguas que abastece a numerosos concejos de la Zona Central de Asturias, complementando las necesidades que estos no cubren con sus propios recursos, que aporta 144,6 hm3/año procedentes del complejo Tanes-Rioseco.

Resulta difícil admitir esta previsión de incremento de demanda en una región como Asturias en la que no hay crecimiento demográfico. Esto contrasta con la tendencia general en las áreas metropolitanas hacia el descenso del consumo aunque su población crezca (Zaragoza, Barcelona, Frankfurt,…)
Habría que señalar que desde 1999 e incluso desde 1992, fecha en que se propone la construcción del embalse dentro de las medidas urgentes contra la sequía, las grandes ciudades asturianas no han sufrido ningún tipo de restricción en el suministro de agua, pero además durante estos 14 años, desde CADASA, no se impulsó ni una sola medida de ahorro de agua, el consumo (no la necesidad) sigue subiendo y las pérdidas en la red alcanzan el 24% superando el 21,79 % de media nacional (datos del INE para el año 2004).

Tan sólo desde el Ayuntamiento de Gijón se han acometido incipientes intentos para una gestión del agua más racional. Mediante campañas de sensibilización en las escuelas, simbólicas políticas de precios y sustanciales mejoras en la red de abastecimiento, en dos años el consumo de agua se redujo en un 6%. Por el contrario, en Oviedo, donde la gestión del agua es privada, se van por las alcantarillas casi tres millones de litros al día de agua de boca, usados en el baldeo de calles y riego de jardines.

Hacemos notar la tendencia de numerosos municipios asturianos al abandono de sus fuentes tradicionales de abastecimiento para conectarse a la red de CADASA. Esto se debe en buena medida a la comodidad que les supone delegar la responsabilidad del suministro de agua y, como consecuencia, aumenta la demanda a CADASA, demanda que no responde a una necesidad real de más agua si no a un cambio en la gestión. Es decir, se está renunciando a aprovechar los recursos locales mientras que se centraliza la captación y almacenamiento del agua potable destinada a abastecer a la mayor parte de la población en un único lugar: el Alto Nalón. Esto, además de otros problemas, supone aumentar la vulnerabilidad ante riesgos de averías, contaminaciones u otros desastres.

En Asturias apenas se ha desarrollado la reutilización del agua, las industrias consumen un 47,7 % del agua potable.

CADASA también proporciona suministro directo a grandes consumidores industriales que representan el 47,7 % de la demanda total siendo el sector dominante el de metalurgia y productos metálicos, ubicados mayoritariamente en Gijón y Avilés (Arcelor, Asturiana de Zinc, Du Pont de Nemours), y que para sus procesos industriales se podrían abastecer en gran medida de agua reutilizada y no con aguas potables procedentes de los embalses de Tanes y Rioseco (y supuestamente Caliao). Es necesario mencionar que ARCELOR tiene una concesión para el aprovechamiento del agua procedente del Canal del Narcea que puede aportar un caudal de 2500 l/seg pero en la actualidad no se está haciendo uso de esta infraestructura.

Precisamente en estos días está teniendo lugar en Gijón un debate sobre la ubicación de una estación depuradora previa al vertido, mediante un emisario submarino, al mar.
En una zona situada en pleno corazón industrial de Asturias sería más sensato plantearse la reutilización del agua, en vez de enviarla al mar.

II

En la misma carta dirigida al Consejo del Agua el Gobierno Regional también atribuye al embalse “claras dimensiones medioambientales”, que las concretan en las cuatro que a continuación comentamos:

1ª.- “Permitiría garantizar objetivos de calidad de las aguas del Nalón, en épocas de sequía”.

Se ignora en esta afirmación que la calidad de las aguas empeora notablemente cuando quedan estancadas, como es el caso de un embalse, porque sufre procesos de eutrofización que requieren costosos tratamientos posteriores de potabilización. Pero además, es previsible que durante la construcción del embalse se produzcan aportes de material sólido a los cauces fluviales y probablemente, de aceites, gasóleos y otras sustancias asociadas a la maquinaria, sustancias que indudablemente contaminarán las aguas deteriorando su calidad, con importantes consecuencias negativas para la fauna y flora acuáticas. La experiencia también nos dice que las medidas correctoras de impactos previstas en los proyectos de grandes obras, rara vez son llevadas a cabo con los resultados esperados.

Se debe mencionar la alta vulnerabilidad a la contaminación que presentan los embalses y así queda recogido en el último Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) del parque de Redes, donde la propia consejería de Medio Ambiente del Principado reconoce la “sensibilidad a la contaminación por nitratos de las aguas del sistema de embalses de Tanes-Rioseco” .

2ª.- “Permitiría incrementar los caudales disponibles para la dilución de efluentes de los sistemas de depuración”.

Esto hace referencia a que los vertidos de la depuradora de Frieres necesitan elevar la cantidad de oxígeno que llevan en disolución y para ello han de mezclar el agua que sale de la depuradora con agua “natural”, es decir mediante dilución. Pero si el embalse es necesario para abastecer a la población en épocas de sequía y es precisamente en estos momentos cuando más se necesita para la dilución no se entiende que se puedan compaginar los dos usos en un momento de escasez de agua. Para lograr este objetivo la primera medida a tomar debería ser la exigencia de que Hidroeléctrica del Cantábrico cumpla con la obligación de mantener el caudal ecológico (¿Cuál ha de ser el ‘caudal ecológico’ de un río?) y, para ello habría que controlar la utilización del agua de los embalses de Tanes y Rioseco por parte de la central hidroeléctrica.

3ª- “Contribuiría a generar ecosistemas de gran valor para las aves (garzas, patos y gansos reales, cormoranes...)”

En el espacio natural de Redes, rico y complejo ecosistema en equilibrio que le ha hecho merecedor de las figuras de protección de Parque Natural, Reserva de la Biosfera, LIC y ZEPA, no es necesario crear de manera artificial ecosistemas que atraigan nuevas especies que, además, alterarían el hábitat natural de especies autóctonas.

Este sería el caso del picatueru testaroxa o pico mediano (Dendrocopos medius) ya que la construcción del embalse haría desaparecer un bosque de robles donde nidifica esta especie, catalogada por el gobierno regional con la categoría de "especie sensible a la alteración de su hábitat" y afectaría gravemente a la población de nutrias, entre otras especies.

4ª- “Garantizaría el suministro por gravedad energéticamente eficiente”.

Este argumento es demagógico: No se escatiman recursos para la producción eléctrica (proyectos de nuevas centrales de ciclo combinado,…) en una región excedentaria en este tipo de energía, cuyo transporte es altamente ineficiente y que encuentra problemas para su exportación (líneas de Lada-Velilla, Soto-Penagos).

Por otra parte, en la confusión entre precio y valor, parecen no reconocer los valores del agua en su discurrir natural: “el agua circulando por sus cauces es la componente más apreciada del bienestar natural de cada comarca, de cada lugar. Allí donde está, limpia, formando parte de espacios cada vez más escasos, es valor de presencia y de expectativa económica a la vez” (F.J. Martínez Gil).

Además, la supuesta eficiencia energética alegada es inexacta: en el balance final habría que computar tanto los costes energéticos en sentido estricto de la construcción de la presa (fabricación del hormigón, explotación de áridos, transporte, maquinaria,…) como los difícilmente cuantificables, por su inmensidad, costes medioambientales y sociales.

III

Cuando, entre las alternativas al embalse, además de la reutilización, renovación de las redes de abastecimiento y el ahorro, se plantea desde los movimientos sociales la posibilidad de aprovechamiento de las aguas subterráneas, la respuesta de la Administración regional suele referirse a lo difícil que resulta evaluar los recursos acuíferos de Asturias.

La realidad es que en Asturias tradicionalmente no se ha prestado atención a las aguas subterráneas y los estudios más completos que existen, aunque de carácter preliminar y con escasos recursos económicos, fueron realizados por el Instituto Geológico y Minero de España en los años 80 y los resultados obtenidos evalúan un volumen de recursos subterráneos de al menos 1380 hm3/año, cifra lo suficientemente importante para que las investigaciones hidrogeológicas hubieran proseguido desde entonces.

En la actualidad se está realizando un nuevo estudio centrado en la zona Oviedo-Llanera-Siero que se extenderá hasta cubrir los subsistemas de Llantones y la denominada Franja Móvil Intermedia. Según se desprende de las declaraciones de representantes del Gobierno Regional y de la Confederación Hidrográfica del Norte, este estudio será clave para conocer si las aguas subterráneas pueden ser una alternativa al embalse de Caliao. Cualquiera que conozca la geología e hidrogeología de Asturias se puede dar cuenta de que este estudio geográficamente comprende tan solo una zona del centro de la región y geológicamente sólo estudia una parte de los acuíferos mesozoicos. Dentro de estos últimos, los acuíferos jurásicos se extienden hasta Ribadesella, alcanzando su mayor extensión y espesor en la zona situada entre Gijón y Villaviciosa mientras que los acuíferos cretácicos se extienden hasta Cangas de Onís y ninguna de estas zonas ha sido incluida dentro del estudio mencionado. Pero además los acuíferos paleozoicos (Caliza de Montaña, Fm. Moniello, Fm. Naranco, Fm. Furada, Fm. Láncara, etc.), que se extienden desde el meridiano de Salas hacia el este de la región tampoco están incluidos en el estudio, pero se sabe, porque se aprovechan puntualmente en algunas zonas, que pueden proporcionar un importante volumen de agua. Por lo tanto este estudio no puede ser utilizado para descartar a las aguas subterráneas como una fuente que permita complementar y garantizar el suministro de agua a la zona central de Asturias.

Con lo que se conoce en la actualidad, de los acuíferos asturianos su aprovechamiento racional mediante pozos de sequía permitiría a toda la zona central y oriental asturiana, hacer frente a ese supuesto “periodo prolongado de sequía” que hasta la fecha no ha ido más allá de tres o cuatro meses (Julio a Octubre) y que, como ya hemos mencionado, nunca ha llevado a tomar medidas importantes de restricción en el abastecimiento. Hay que recordar también que las aguas subterráneas se caracterizan por su baja sensibilidad ante las variaciones meteorológicas por lo que son muy adecuadas para atenuar los efectos de las sequías.

IV

Para terminar queremos insistir en que una gestión sostenible del agua que sea acorde con los principios de la Nueva Cultura del Agua y que, en parte, aparecen recogidos en la Directiva Marco europea, ha de basarse en la Gestión de la Demanda que incluye, además de los aspectos ya mencionados (reutilización, reducción del consumo) la diversificación en las fuentes de abastecimiento, algo que desde el Principado de Asturias se incumple claramente al pretender obtener el agua destinada a la mayoría de la población, de los embalses del Alto Nalón situados dentro del Parque Natural de Redes. La Gestión de la Demanda parece ser un concepto desconocido para quienes forman parte del gobierno regional asturiano.

PLATAFORMA POR LA DEFENSA DE REDES

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